Existen tres tipos de estrategias de apareamiento. Su clasificación está basada en el número de apareamientos que cada sexo experimenta en promedio durante una temporada reproductiva. La duración de la estación de cría es corta y estacional en las aves (y no prolongada y episódica, como ocurre en la mayoría de los mamíferos). Veamos con más detalle cuáles son las tres estrategias:
Monogamia. El macho y la hembra se aparean con un solo individuo durante la temporada reproductiva (monogamia serial), o mientras la pareja esté viva (monogamia de por vida). En la mayoría de los casos ambos sexos proveen cuidado parental. Ocurre en el 92% de las especies de aves.
Poligamia. En esta estrategia de apareamiento, un sexo establece relaciones reproductoras de forma más o menos simultánea con más de un miembro del sexo opuesto. Si es el macho el que se aparea con varias hembras se habla de poliginia, y si es al contrario se habla de poliandria.
- Poliginia. Un macho puede aparearse con varias hembras a la vez (poliginia simultánea) o de forma secuencial durante la temporada reproductora (poliginia sucesiva). En general, la poliginia aparece en especies que presentan un alto grado de dimorfismo sexual. Se presenta en un 7% de las aves. Es frecuente en Galliformes como los Faisanes y los Urogallos.
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| Macho de Urogallo |
- Poliandria. Las hembras se aparean con más de un macho durante la temporada reproductiva. Los machos, en cambio, se aparean sólo con una hembra. Ocurre en el 1% de las especies de aves. Casi siempre hay una inversión de los roles sexuales (los machos proveen mayor cuidado parental que las hembras). Puede ser poliandria simultánea (las hembras se aparean con todos los machos en un único día y no vuelven a copular con ese macho mientras está incubando y durante las primeras semanas de vida de los juveniles) y poliandria secuencial (la hembra se aparea con un macho, pone huevos y luego repite la secuencia con otro macho). Esta estrategia de apareamiento aparece en ciertos Charadriiformes. Citaremos como ejemplos de cada subtipo a la Jacana centroamericana (Jacana spinosa) y al Falaropo picofino (Phalaropus lobatus).
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| Hembra de Jacana del Norte |
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| Hembra de Falaropo picofino |
La poligamia es una estrategia de apareamiento preferente en aquellas especies en las que un sexo está predispuesto a asumir la mayor parte del cuidado parental necesario para la descendencia. También en aquellos casos en los que se requieren cuidados parentales mínimos por parte de uno de los dos sexos (como es el caso de las aves nidífugas).
El cortejo nupcial es el conjunto de pautas de conducta que constituyen los preliminares del apareamiento. Si exceptuamos a algunos vertebrados y ciertos artrópodos, el cortejo no existe en el reino animal. A través de él se sincronizan las reacciones del ♂ y la ♀ para que tenga lugar la cópula. Muchos esquemas de cortejo son versiones modificadas de acciones cotidianas y parecen tener un significado simbólico (por ejemplo, solicitud de comida de un miembro a otro de la pareja; sesiones de aseo con el pico, etc.). Hay que suponer que la selección natural ha elegido aquellas pautas del comportamiento masculino que más estimulan sexualmente a las hembras (o al menos inhiben su alejamiento), y la más extendida es la exhibición del plumaje del macho, con o sin combate ritual previo con otros pretendientes.
Existen numerosos ejemplos sobre este tipos de conductas. Algunos son muy conocidos por el extraordinario plumaje que exhiben los machos durante el cortejo (aves lira australianas, pavos reales) o por el sofisticado movimiento de uno o los dos socios sexuales. Vamos a ver tres ejemplos que, aunque conocidos, muestran una combinación de ambos fenómenos.
El primero corresponde al Urogallo, citado con anterioridad, especie propia de la taiga boreal, muy ligada a bosques de coníferas. En España tenemos una población endémica en la cordillera cantábrica y en los Pirineos ocupando bosques maduros de hoja caduca, en especial hayedos, aunque también en robledales y abedulares. El vídeo ha sido grabado por naturalistas de la Fundación Biodiversidad.
El segundo ejemplo nos muestra el cortejo de un colibrí. Estas conocidas aves se agrupan en más de 300 especies que habitan bosques de América, desde el Norte hasta la Tierra del Fuego. Se alimentan del néctar de las flores y de pequeños insectos que obtienen mediante su extraordinario equilibrio de vuelo. Fragmento tomado de un documental de TVE 2. La especie filmada corresponde al Rabudito crestado (Discosura popelairii), un colibrí que vive en Colombia, Ecuador y Perú.
Terminamos con el cortejo nupcial de una pareja de Charranes reales (Sterna maxima), aves marinas que crían en colonias, migradoras de grandes distancias y magníficas voladoras. Tomado de http://losnumerosnaturales.org
José Antonio López Isarría