15 marzo 2017

Convivencia. Unidades componentes de las sociedades aviares

Muchas aves han desarrollado una compleja vida social. Como mínimo podemos identificar cuatro categorías de organización social: pareja, núcleo familiar, bando y colonia.

Plumaje de una  de Falaropo picogrueso en periodo reproductor



1.- La  pareja es una asociación, temporal o permanente, de dos individuos adultos (macho y hembra) con fines reproductores. La mayor parte de las aves (más de un 90%) son  monógamas con renovación de pareja por cada temporada de cría. No obstante existen excepciones importantes según grupos; se conocen casos de poligamia, que puede adoptar la forma de poliginia (un mismo macho puede emparejarse con varias fembras, muy acusada en Galliformes) y poliandria, sólo conocida en un 1% de las aves (una hembra puede emparejarse con varios machos durante la temporada, como ocurre por ejemplo en los Falaropos).


2.- El núcleo familiar suele constituir una unidad temporal que se extingue cuando los jóvenes se independizan. Existen excepciones en Anseriformes, en los que el vínculo de pareja puede permanecer toda la vida.  Tal es el caso, por ejemplo, de las Barnaclas cariblancas (Branta leucopsis).


Branta leucopsis
3.- Los bandos son agrupaciones colectivas intraespecíficas (p.e. en Anátidas) o interespecíficas (p.e. en Fringílidos) cuyo significado biológico ha sido muy discutido. En la mayoría de los casos parece que el factor de agregación es la alimentación; el bando confiere seguridad y una mayor eficacia en la explotación de los recursos alimenticios. La cohesión del grupo es posible gracias a un conjunto de dispositivos de reconocimiento que funcionan como sistemas de comunicación. Entre ellos hay que señalar los estímulos visuales (coloraciones conspicuas del plumaje) y los estímulos auditivos (cantos y reclamos). En estos bandos, aún existiendo un reconocimiento interindividual, no puede hablarse de reconocimiento jerarquizado (como ocurre en manadas de primates o cánidos), sino que las aves son miembros anónimos, no categorizados de la agrupación. Se han descrito algunas excepciones como la que se observa en los bandos de Lúganos (Carduelis spinus):


Tomado de J. C. Senar en "Vivir y convivir. La vida en grupos sociales"


Existe una variación en el tamaño de la mancha negra que tienen los machos debajo del pico. Esta mancha, en forma de babero, actuaría como señalizador del estatus de dominancia: a mayor mancha más elevado sería su puesto en la escala social y, en consecuencia, tendría un mejor acceso a los recursos.

En otros casos, los bandos son agrupaciones no alimenticias como ocurre en los bandos de migración, bandos nocturnos de dormitorio o grupos de cortejo nupcial.

Bando mixto de Pinzones reales, Jilgueros y Pardillos

4.- Se estima que un 10-15% de las aves del mundo cría en colonias. Podemos diferenciar dos grandes tipos: colonias compactas, con escaso espaciamiento entre nidos (p.e. Ardeidas y Aves marinas), y colonias laxas de mayor distancia entre nidos (p.e. ciertas Limícolas). En la constitución de colonias influyen al menos tres factores:
  • La alimentación: el alimento sería abundante pero muy disperso.
  • La seguridad: la agregación colonial puede tener efectos en la sincronización de la puesta/eclosión y en la protección de la crías frente a los depredadores.
  • La disponibilidad de sitios de nidificación: la cría colonial resuelve el problema de aquellas especies que ocupan biotopos con una limitada superficie útil de nidificación.
Alcatraz (Morus bassanus)

Uno de los espectáculos más asombrosos que puede contemplarse en la naturaleza es el movimiento de miles de pájaros formando una mancha informe que cambia de forma continua e inesperada según la trayectoria de la bandada. Son muy conocidos los bandos de Estorninos que se pueden observar a lo largo del invierno cuando el alimento escasea. Esta aves son muy gregarias y habitan en bosques, terrenos agrícolas, cultivos arbóreos, y núcleos urbanos. En España existen dos especies: el Estornino negro (Sturnus unicolor) y el Estornino pinto (Sturnus vulgaris). El primero reside en la península durante todo el año, mientras que el otro es solo invernante. Pueden formar bandos de decenas de miles de ejemplares volando en formaciones muy compactas, en muchos casos, de ambas especies.


El hecho de volar en grandes grupos puede optimizar la búsqueda de alimento y evitar (o despistar) a los posibles depredadores que los acechan. Es evidente que resulta más fácil detectar cualquier peligro con miles de ojos pendientes de cualquier amenaza. Para los depredadores, por otro lado,  estas formaciones reducen sus expectativas de caza ya que los movimientos de la bandada, con sus continuos y bruscos cambios de dirección, los confunden y desorientan. Esta estrategia recuerda a la de los bancos de peces.

Para moverse de forma sincronizada, los estorninos tienen en cuenta varios aspectos. En primer lugar, vuelan emitiendo mucho ruido, informando al resto de congéneres sobre su posición. De esta forma, los individuos dentro del bando mantienen la distancia individual y no se golpean al volar. Otro factor importante para los estorninos es la luz y oscuridad: durante el vuelo en grupo siempre tienden a seguir las siluetas oscuras de sus compañeros y evitan las zonas con claros por donde ven luz. 

A continuación podemos ver un vídeo del fotógrafo holandés Jan van IJken, filmado en los Países Bajos para National Geographic, de una gran bandada de estorninos que se reúnen al anochecer, probablemente en busca de un dormidero. Las imágenes son realmente espectaculares.




José Antonio López Isarría