La presencia de un ave en cualquier lugar de la Tierra obedece a causas históricas, ecológicas y genéticas. Sólo habita en una lugar concreto si su valencia ecológica (es decir, el conjunto de condiciones biológicas que le permiten sobrevivir en ese lugar) no entra en conflicto con el ambiente general de dicha zona. La ciencia que se ocupa de estudiar la evolución y dinámica actual de las áreas de distribución de los seres vivos en nuestro planeta se denomina Biogeografía, y en su nacimiento tuvo mucho que ver el gran naturalista galés Alfred Russel Wallace.
Alfred R. Wallace |
El nombre de Wallace es conocido como codescubridor de la teoría de la evolución por selección natural junto a Charles Darwin. En 1858 escribió un trabajo que tituló “On the tendency of varieties to depart indefinitely from the original type”, una descripción brillante y concisa sobre el origen y posterior divergencia evolutiva de las especies, que envió a Darwin para conocer su opinión. Poco después, el 1 de julio de 1858, en una histórica sesión de la Linnean Society londinense, fueron leídos un boceto inédito de Darwin “On the perpetuation of varieties and species by natural means of selection”, y el trabajo de Wallace. Nacía una nueva teoría que cambiaría para siempre las ideas sobre el origen de las especies biológicas.
Desde muy joven, Wallace manifestó una gran afición por la naturaleza. Soñaba con explorar las selvas tropicales para estudiar su fauna, pero nunca dispuso del dinero ni la notoriedad social de Darwin. Así que Wallace tuvo que financiar sus viajes coleccionando especímenes para venderlos. A la edad de 25 años hizo su primer gran viaje con su amigo naturalista Henry W. Bates. Ambos recorrieron los ríos Amazonas y Negro (en Brasil) por regiones inexploradas con anterioridad por occidentales.
Ocho años más tarde, Wallace viajó a la isla indonesia de Bali. Recorrió durante
un mes los canales locales que la separan de la vecina isla de Lombok, una franja estrecha de 20
km. Le sorprendió que estas islas estuviesen pobladas
por animales completamente distintos. En Bali había carnívoros euterios propios de Asia
mientras que en Lombok había marsupiales, propios de Australia. Fue entonces cuando
Wallace dibujó la famosa línea que lleva su nombre, como evidencia clara de que
los fenómenos naturales dominaban la evolución.
La línea de Wallace divide el archipiélago en dos zonas, una con fauna
indo-malaya al oeste, y otra austro-malaya, al este.
Con
su posterior trabajo “La distribución geográfica de los animales”, redefinió
las seis regiones biogeográficas originalmente propuestas por el ornitólogo británico Philip L. Sclater.
Según la
clasificación de Wallace, la superficie de la Tierra se divide en seis grandes
áreas, cada una de las cuales ofrece un conjunto característico de condiciones
ecológicas y se distingue por la fauna nativa que alberga. Dichas regiones son,
la paleártica, la neártica, la
neotropical, la etiópica, la oriental y la australiana.
2.- Región neártica. Comprende toda Norteamérica,
excepto las tierras cálidas de México. Su fauna carece de caballos y cerdos y,
en general, es pobre en ungulados. Alberga como la anterior alces y
caribús, y son animales típicos de esta región el bisonte americano, la cabra
de las montañas Rocosas, los castores, y las mofetas . Entre las aves, el Busardo colirrojo (Buteo
jamaicensis), una de las rapaces más abundantes y más utilizadas en la
cetrería en Norteamérica y Reino Unido, y el Porrón americano (Aythya americana) anátida migratoria que se reproduce en los pantanos y
lagos del noroeste de Norteamérica y la región de los Grandes Lagos. Pasan los
inviernos en el sur y este de los Estados Unidos, el norte de México y el
Caribe.
3.- Región neotropical. Comprende el sur
de México, la América Central, Las Antillas y toda Suramérica. Carece, en
general, de grandes mamíferos, pero aloja todos los monos de cola prensil y otros mamíferos exclusivos como los placentados del orden Pilosa: osos hormigueros y perezosos. También aquí tienen su hábitat los armadillos y los camélidos americanos llamas, alpacas,
vicuñas y huacanos. Son aves características de esta región el ñandú (Rhea americana) similar al avestruz del Viejo Mundo aunque con
marcadas diferencias como un menor tamaño y
la presencia de tres dedos en cada pie en lugar de dos, y el
cóndor (Vultur gryphus), una de las aves voladoras más grandes del planeta, sólo
superado en envergadura por el albatros, si bien el cóndor es más alto, más
robusto y más pesado. Los adultos llegan a medir 3,30 metros de envergadura. Hay que citar también a los tucanes (Fam. Ramphastidae) y los colibríes (Trochilinae, subfamilia con más de 300 especies).
4.- Región etiópica. Incluye la parte de
África no paleártica y la isla de Madagascar.
Encierra las más extensas praderas y las mayores junglas del mundo. Las sabanas
son el hábitat natural de los antílopes, cebras, leones, rinocerontes, hipopótamos y
muchos otros mamíferos de gran talla como los elefantes y jirafas. En sus
bosques viven primates como el gorila, el chimpancé, los mandriles y los
lemures. De su fauna de aves cabe citar a los avestruces (Struthio
camelus), el ave más grande y de mayor peso del mundo. Los machos adultos
pueden llegar a alcanzar los 3 metros de altura y pesar alrededor de 180 kg. Sus
alas pequeñas no les permiten volar, si bien les ayudan a impulsarse y
equilibrarse al correr. Otro buen ejemplo de avifauna etiópica son las gallinas de
Guinea o Pintadas, galliformes de la Familia Numididae, con su característico plumaje gris tachonado de lentejuelas.
5.- Región oriental. Incluye la India,
península Malaya, Ceilán, Filipinas, las grandes islas de Borneo, Sumatra y
Java, y las islas Célebes. Está cubierta en gran parte de selvas debido a las frecuentes y copiosas lluvias que recibe. Es el hábitat de los tigres, leopardos, macacos,
orangutanes, búfalos de agua y elefantes de la India. Entre las aves citaremos al Gallo Java (Gallus varius), endémico de Java, Bali, Lombok y otras islas de Indonesia, y el Pavo real (Pavo
cristatus) originario del sur de Asia. Vive en bosques caducifolios aunque tolera otros hábitats como las regiones de cultivos y
la cercanía de asentamientos humanos. Existen diferentes variedades fenotípicas de su plumaje debido a distintas mutaciones genéticas. Algunos autores sugieren que esta especie fue introducida
en Europa por Alejandro Magno. Desde entonces, ha sido introducido en muchas otras
partes del mundo, llegando a ser salvaje en algunas zonas.
6.- Región australiana. Está formada por
Australia e islas próximas. Alberga una fauna muy
singular; en ella se encuentran los únicos mamíferos monotremas
que existen en la actualidad: el ornitorrinco y las equidnas. Carece de mamíferos placentarios
nativos y en su lugar se hallan los marsupiales, que han experimentado
adaptaciones muy variadas. Encontramos ratas, topos, osos y lobos
marsupiales. Entre las aves típicas se encuentra el kiwi (género Apteryx, con cinco especies vivas) pequeñas aves no voladoras endémicas de Nueva Zelanda, los emús (Dromaius novaehollandiae), aves no voladoras nativas de
Australia, los casuarios (género
Casuarius, con tres especies vivas), aves solitarias no voladoras que viven en la selva tropical de
Australia y Nueva Guinea, las aves lira (g. Menura, con dos especies vivas), su
larga cola recuerda el perfil del instrumento musical cuando se despliega
durante las paradas nupciales. Habitan en los bosques húmedos del este de
Australia, y aves del paraíso, paseriformes de la familia Paradisaeidae
que comprende unas cuarenta especies, algunas de ellas famosas por los
extravagantes plumajes nupciales de los machos.
Un
equipo de investigación, liderado por la Universidad de Copenhague, presentó en 2013 un nuevo mapa biogeográfico de
la Tierra (“An Update of Wallace’s
Zoogeographic Regions of the World” Science, 339: 74‐78. 2013). La nueva
distribución contiene información fundamental acerca de la diversidad de la
vida en nuestro planeta y será de gran importancia para la investigación de la
biodiversidad en el futuro.
Este
nuevo mapa global muestra la división de la naturaleza en 11 grandes reinos
biogeográficos e indica cómo estas áreas se relacionan entre sí. Es el primer
estudio que combina la información evolutiva y geográfica de todos los
mamíferos, aves y anfibios conocidos, un total de más de 20.000 especies. El
trabajo llevó 20 años de recopilación de datos.
Uno de los autores
del estudio, el español Miguel Araújo, ha comentado que, a pesar de que existen
diferencias importantes entre el mapa de 1876 y el actual, también hay muchas
similitudes. Recuerda que el trabajo de Wallace se basaba en material
recopilado en las colecciones de historia natural de los museos, discusiones
con otros científicos y conocimiento adquirido sobre el terreno en
expediciones, mientras que en la actualidad se dispone de avances tecnológicos
e hipótesis evolutivas desconocidas en el siglo XIX. En opinión de este investigador del CSIC, el hecho de que las conclusiones de
ambos trabajos tengan tanto en común confirma lo extraordinario del trabajo
realizado por Wallace.
Los reinos biogeográficos se dividen en regiones biogeográficas, según tipo
local de clima dominante y estas se subdividen en provincias y sectores,
atendiendo a criterios de vegetación.
En
nuestro país se diferencian tres grandes regiones:
la Eurosiberiana, la Mediterránea y la Macaronésica.
La región
Eurosiberiana es propia del Norte peninsular. Predomina un clima de
temperaturas suaves, poco contrastadas entre máximas y mínimas, con veranos húmedos. Hoy aparecen extensiones de pinar y eucaliptal de repoblación, así como grandes superficies transformadas en praderas de pasto que han alterado la estructura de la vegetación autóctona, en el pasado dominada por bosques de roble y haya
La
región Mediterránea ocupa el 80% de la
Península y Baleares. Su clima se caracteriza por veranos cálidos y secos.
Estuvo ocupada por bosques perennifolios en los que dominaba la encina, y en algunos
lugares el pino carrasco. Sin embargo,
dependiendo del clima local y el suelo, pueden aparecer sabinas o formaciones
abiertas de herbáceas y matorral. También ha sufrido una intensa modificación la estructura de la vegetación primaria.
La
región Macaronésica es exclusiva de las islas Canarias, sometidas a la doble
influencia de las corrientes frescas y húmedas de los vientos alisios con los
vientos saharianos secos y cálidos, menos frecuentes. Las diferencias
de orientación y altitud determinan una gran diversidad de ambientes, desde la laurisilva de Garajonay (La Gomera)
hasta los arenales del Jable (Lanzarote).
José Antonio López Isarría