El plumaje blanco de los
cisnes se ha asociado con la pureza del alma desde la Antigüedad. Para
diferentes culturas, estas aves han representado la luz, la espiritualidad, la
elegancia o la sabiduría divina. Tal fue su hegemonía simbólica que, durante
siglos, los europeos creyeron que nada había más improbable en la vida que la
existencia de cisnes negros.
El primer uso de la
expresión “rara avis” asociado a un
cisne negro se atribuye al poeta latino
Juvenal. En una de sus sátiras (escrita
hacia el año 82 d.C.) se refiere a un individuo que pretende casarse y
aprovecha la ocasión para criticar los vicios de las personas en relación con el
matrimonio. Termina con la frase: “rara
avis in terris nigroque simillima cycno” (ave rara en esta tierra, muy parecida
a un cisne negro).
Décimo Junio Juvenal (60-128) |
Willem Hesselsz de Vlamingh
|
En 1696, 16 siglos después
de la muerte del poeta satírico, la Compañía Holandesa de las Indias Orientales
encargó al capitán de navío Willem de
Vlamingh una misión de rescate en el Océano Índico. Se trataba de localizar
un barco de la compañía que había zarpado con 300 tripulantes y nunca llegó a
su destino. Tras visitar algunas islas en las que hubiera podido fondear el
navío perdido, la expedición puso rumbo a Nueva Holanda, nombre por el que se conocía entonces
al gran continente-isla de Australia.
Cisne negro (Cygnus atratus) con una cría |
Al llegar a la costa
australiana, los exploradores holandeses decidieron remontar el curso de un río para avanzar hacia el interior. De
modo inesperado se encontraron con dos curiosas anátidas que nadaban cerca de
la orilla. Se trataba de dos cisnes completamente diferentes a los que estaban
acostumbrados a ver pues tenían el plumaje negro. Este río fue llamado Zwaannrivier por de Vlamingh, de donde deriva su nombre inglés actual, Swan River (río del cisne). Tras
infructuosos intentos de enviar ejemplares de cisnes negros a Holanda, en 1726
dos ejemplares fueron capturados en la isla Dirk Hartog, a 850 kilómetros al
norte del río Swan, y enviados vivos a Europa para asombro de incrédulos. Años
más tarde ya era común ver a los colonos ingleses que volvían de Australia con varios
ejemplares de esbeltos cisnes a modo de souvenir
exótico. Lo imposible se había hecho realidad. A la luz de este acontecimiento,
el término cisne negro se transformó
para denotar que una imposibilidad percibida podría ser refutada con el tiempo.
Lo cierto es que el esbelto cisne
negro (Cygnus atratus) es hoy el ave
oficial de Australia Occidental. En el emblema de Canberra, este cisne simboliza
al pueblo aborigen, mientras que el blanco representa a los australianos de
ascendencia europea. Está muy presente en la tradición popular australiana. Hay
historias aborígenes sobre nativos de ciertas tribus que iniciaron su vida como
cisnes negros y luego se transformaron en hombres.
Emblema de Canberra, capital de Australia |
Los cisnes negros son especies de gran
talla (110-140 cm) y envergadura (más de 1,80 metros). No hay dimorfismo sexual
en el plumaje pero sí en el tamaño. Los machos, más grandes que las hembras, tienen
un peso que puede superar los 8 kg. Los jóvenes inmaduros son de color marrón
grisáceo claro durante casi 2 años hasta que obtienen su plumaje negro adulto. El
pico es rojo, con una mancha blanca en la punta.
Al igual que otros cisnes,
es monógamo, con una vinculación a su pareja de por vida. No obstante, los
estudios del zoólogo australiano K.
Kraaijeveld han mostrado que muchas de las parejas de cría (casi la cuarta
parte del total) son homosexuales, sobre todo de machos. Ellos roban los nidos,
o forman tríos temporales con hembras para obtener huevos, y ahuyentan después
a la hembra una vez que hace la puesta. Construyen nidos en los humedales,
generalmente en islas o en plantas acuáticas. Nidifican en la temporada de
lluvia. Anidan en colonias, con los nidos próximos entre sí. El nido es una
plataforma de hierbas y puede medir dos metros de diámetro por un metro de
alto. Pone de 4-7 huevos color verde. La incubación dura 5-6 semanas. Los
pollos nacen con el plumaje blanco, y es característico verlos subidos sobre
las espaldas de los padres. A los 6 meses de vida ya pueden volar.
El cisne negro es casi
exclusivamente herbívoro, con una dieta dominada por plantas acuáticas y de
pantano. Se alimenta de manera similar a otros cisnes. Muestran preferencia por
los lagos someros, donde puede alcanzar la vegetación acuática del fondo,
sumergiendo su cuello, aproximadamente de un metro de profundidad. También son
capaces de filtrar alimentos en la superficie del agua. Son muy sociables.
Pasada la temporada de cría se reúnen formando grandes grupos. En Nueva
Zelanda, en el lago Ellesmere, se han estimado concentraciones hasta de 70.000
individuos. No migra, aunque puede desplazarse en busca de alimento a cientos
de kilómetros de distancia.
Verde: área natural de distribución del cisne negro. Rojo: lugares donde la especieha sido introducida y existen poblaciones establecidas. Fuente SEO/BIRDLIFE |
Es común en Australia aunque
falta en la parte árida central y húmeda del norte. También reside en Tasmania,
y fue introducido en Nueva Zelanda, en donde se expandió de tal forma que hubo
que controlarlo. También ha sido introducida repetidas veces como especie
ornamental en estanques de Europa y América. En Gran Bretaña, Países Bajos, Islandia
y Polonia viven poblaciones que son autosuficientes y se reproducen localmente
sin intervención humana. En España se conoce su presencia, aunque en número muy
reducido, en Cantabria, País Vasco, Cataluña y Asturias, con episodios de
reproducción irregulares.
Nassim N. Taleb |
En el año 2007, el profesor norteamericano
de origen libanés Nassim N. Taleb
publicó su famoso libro “El Cisne Negro”
en el que describía la dinámica de ciertos sucesos que son impredecibles y causan
un gran impacto por lo inesperado. El éxito de Google y You Tube, los
atentados a las Torres Gemelas de Nueva York, la caída de Lehman Brothers, o el Brexit
son ejemplos de “cisnes negros” que no se pudieron prever y tuvieron
importantes consecuencias.
En palabras de Taleb: Lo que aquí llamamos un "Cisne Negro" es un suceso con los tres
atributos siguientes: En primer lugar, es un caso atípico, ya que se encuentra
fuera del ámbito de las expectativas regulares porque no hay nada en el pasado
que puede apuntar de manera convincente a su posibilidad. En segundo lugar, causa
un impacto extremo. Y en tercer lugar, a pesar de su condición de rareza, la
naturaleza humana nos hace inventar explicaciones de su presencia después de
los hechos, con lo que se hace explicable y predecible (…) Una pequeña cantidad
de "cisnes negros" explica casi todo en nuestro mundo, desde el éxito
de las ideas y las religiones, a la dinámica de los acontecimientos históricos,
e incluso, hasta los elementos de nuestra vida personal.
La tesis principal de Taleb no es tratar de predecir sucesos “Cisne
Negro”, sino protegerse frente a las actitudes negativas que producen y
aprovechar las positivas. En su libro sostiene que los bancos y las empresas
comerciales son muy vulnerables a este tipo de sucesos y están expuestos a
pérdidas muy superiores a las pronosticadas por los modelos estadísticos, que
él considera defectuosos. En su opinión, parte del problema radica en que tendemos
a sobreestimar lo que sabemos, mientras que infravaloramos la incertidumbre,
reduciendo el espacio de lo desconocido.
Portada del ensayo de Taleb. Editorial Paidós |
Su libro The Black Swan llegó a alcanzar en pocos
meses el top-5 de los libros más vendidos del mundo según Amazon.com. El éxito
arrollador de ventas convirtió a este antiguo operador de Bolsa en uno de los
pensadores contemporáneos más seguidos. Hoy es profesor de Ciencias de la Incertidumbre en la
Universidad de Massachusetts y en la London Business School.
En la parte final de su
libro, Taleb nos recuerda que olvidamos
el hecho de que nuestra propia existencia es un elemento de extraordinaria
buena suerte, una ocurrencia del azar de proporciones monumentales. Así que
dejemos de preocuparnos de menudencias. Recordemos que, visto con cierta
perspectiva, somos un Cisne Negro.
José Antonio López Isarría