07 febrero 2020

Rara avis

El plumaje blanco de los cisnes se ha asociado con la pureza del alma desde la Antigüedad. Para diferentes culturas, estas aves han representado la luz, la espiritualidad, la elegancia o la sabiduría divina. Tal fue su hegemonía simbólica que, durante siglos, los europeos creyeron que nada había más improbable en la vida que la existencia de cisnes negros.



El primer uso de la expresión “rara avis” asociado a un cisne negro se atribuye al poeta latino Juvenal. En una de sus sátiras (escrita hacia el año 82 d.C.) se refiere a un individuo que pretende casarse y aprovecha la ocasión para criticar los vicios de las personas en relación con el matrimonio. Termina con la frase: “rara avis in terris nigroque simillima cycno” (ave rara en esta tierra, muy parecida a un cisne negro).


Décimo Junio Juvenal (60-128)
Juvenal es también conocido por otras expresiones que solemos usar en ámbitos distintos como “panem et circenses” (pan y circo), para denunciar el inmovilismo de los ciudadanos de Roma contra las intrigas de los líderes y las maniobras que utilizaban para controlar a la población, o la muy conocida “mens sana in corpore sano” (una mente sana en un cuerpo sano). Seguro que estaría muy orgulloso de haber sabido el éxito que obtuvieron estas citas latinas. Pero, ante todo, nunca imaginó el recorrido que tuvo su frase relativa al cisne negro como rara avis, convertida en el paradigma de lo imposible y trasladada a varios idiomas como proverbio popular a modo de metáfora de lo inviable.

Willem Hesselsz de Vlamingh (1640–1698)
En 1696, 16 siglos después de la muerte del poeta satírico, la Compañía Holandesa de las Indias Orientales encargó al capitán de navío Willem de Vlamingh una misión de rescate en el Océano Índico. Se trataba de localizar un barco de la compañía que había zarpado con 300 tripulantes y nunca llegó a su destino. Tras visitar algunas islas en las que hubiera podido fondear el navío perdido, la expedición puso rumbo a Nueva Holanda, nombre por el que se conocía entonces al gran continente-isla de Australia.

Cisne negro (Cygnus atratus) con una cría
Al llegar a la costa australiana, los exploradores holandeses decidieron remontar el curso de un río para avanzar hacia el interior. De modo inesperado se encontraron con dos curiosas anátidas que nadaban cerca de la orilla. Se trataba de dos cisnes completamente diferentes a los que estaban acostumbrados a ver pues tenían el plumaje negro. Este río fue llamado Zwaannrivier por de Vlamingh, de donde deriva su nombre inglés actual, Swan River (río del cisne). Tras infructuosos intentos de enviar ejemplares de cisnes negros a Holanda, en 1726 dos ejemplares fueron capturados en la isla Dirk Hartog, a 850 kilómetros al norte del río Swan, y enviados vivos a Europa para asombro de incrédulos. Años más tarde ya era común ver a los colonos ingleses que volvían de Australia con varios ejemplares de esbeltos cisnes a modo de souvenir exótico. Lo imposible se había hecho realidad. A la luz de este acontecimiento, el término cisne negro se transformó para denotar que una imposibilidad percibida podría ser refutada con el tiempo.


Lo cierto es que el esbelto cisne negro (Cygnus atratus) es hoy el ave oficial de Australia Occidental. En el emblema de Canberra, este cisne simboliza al pueblo aborigen, mientras que el blanco representa a los australianos de ascendencia europea. Está muy presente en la tradición popular australiana. Hay historias aborígenes sobre nativos de ciertas tribus que iniciaron su vida como cisnes negros y luego se transformaron en hombres.

Emblema de Canberra, capital de Australia
Los cisnes negros son especies de gran talla (110-140 cm) y envergadura (más de 1,80 metros). No hay dimorfismo sexual en el plumaje pero sí en el tamaño. Los machos, más grandes que las hembras, tienen un peso que puede superar los 8 kg. Los jóvenes inmaduros son de color marrón grisáceo claro durante casi 2 años hasta que obtienen su plumaje negro adulto. El pico es rojo, con una mancha blanca en la punta.


Al igual que otros cisnes, es monógamo, con una vinculación a su pareja de por vida. No obstante, los estudios del zoólogo australiano K. Kraaijeveld han mostrado que muchas de las parejas de cría (casi la cuarta parte del total) son homosexuales, sobre todo de machos. Ellos roban los nidos, o forman tríos temporales con hembras para obtener huevos, y ahuyentan después a la hembra una vez que hace la puesta. Construyen nidos en los humedales, generalmente en islas o en plantas acuáticas. Nidifican en la temporada de lluvia. Anidan en colonias, con los nidos próximos entre sí. El nido es una plataforma de hierbas y puede medir dos metros de diámetro por un metro de alto. Pone de 4-7 huevos color verde. La incubación dura 5-6 semanas. Los pollos nacen con el plumaje blanco, y es característico verlos subidos sobre las espaldas de los padres. A los 6 meses de vida ya pueden volar.


El cisne negro es casi exclusivamente herbívoro, con una dieta dominada por plantas acuáticas y de pantano. Se alimenta de manera similar a otros cisnes. Muestran preferencia por los lagos someros, donde puede alcanzar la vegetación acuática del fondo, sumergiendo su cuello, aproximadamente de un metro de profundidad. También son capaces de filtrar alimentos en la superficie del agua. Son muy sociables. Pasada la temporada de cría se reúnen formando grandes grupos. En Nueva Zelanda, en el lago Ellesmere, se han estimado concentraciones hasta de 70.000 individuos. No migra, aunque puede desplazarse en busca de alimento a cientos de kilómetros de distancia.

Verde: área natural de distribución del cisne negro. Rojo: lugares donde la especieha sido introducida y existen poblaciones establecidas. Fuente SEO/BIRDLIFE
Es común en Australia aunque falta en la parte árida central y húmeda del norte. También reside en Tasmania, y fue introducido en Nueva Zelanda, en donde se expandió de tal forma que hubo que controlarlo. También ha sido introducida repetidas veces como especie ornamental en estanques de Europa y América. En Gran Bretaña, Países Bajos, Islandia y Polonia viven poblaciones que son autosuficientes y se reproducen localmente sin intervención humana. En España se conoce su presencia, aunque en número muy reducido, en Cantabria, País Vasco, Cataluña y Asturias, con episodios de reproducción irregulares.
Nassim N. Taleb
En el año 2007, el profesor norteamericano de origen libanés Nassim N. Taleb publicó su famoso libro “El Cisne Negro” en el que describía la dinámica de ciertos sucesos que son impredecibles y causan un gran impacto por lo inesperado. El éxito de Google y You Tube, los atentados a las Torres Gemelas de Nueva York, la caída de Lehman Brothers, o el Brexit son ejemplos de “cisnes negros” que no se pudieron prever y tuvieron importantes consecuencias.

En palabras de TalebLo que aquí llamamos un "Cisne Negro" es un suceso con los tres atributos siguientes: En primer lugar, es un caso atípico, ya que se encuentra fuera del ámbito de las expectativas regulares porque no hay nada en el pasado que puede apuntar de manera convincente a su posibilidad. En segundo lugar, causa un impacto extremo. Y en tercer lugar, a pesar de su condición de rareza, la naturaleza humana nos hace inventar explicaciones de su presencia después de los hechos, con lo que se hace explicable y predecible (…) Una pequeña cantidad de "cisnes negros" explica casi todo en nuestro mundo, desde el éxito de las ideas y las religiones, a la dinámica de los acontecimientos históricos, e incluso, hasta los elementos de nuestra vida personal.

La tesis principal de Taleb no es tratar de predecir sucesos “Cisne Negro”, sino protegerse frente a las actitudes negativas que producen y aprovechar las positivas. En su libro sostiene que los bancos y las empresas comerciales son muy vulnerables a este tipo de sucesos y están expuestos a pérdidas muy superiores a las pronosticadas por los modelos estadísticos, que él considera defectuosos. En su opinión, parte del problema radica en que tendemos a sobreestimar lo que sabemos, mientras que infravaloramos la incertidumbre, reduciendo el espacio de lo desconocido.

Portada del ensayo de Taleb. Editorial Paidós
Su libro The Black Swan llegó a alcanzar en pocos meses el top-5 de los libros más vendidos del mundo según Amazon.com. El éxito arrollador de ventas convirtió a este antiguo operador de Bolsa en uno de los pensadores contemporáneos más seguidos. Hoy es profesor de Ciencias de la Incertidumbre en la Universidad de Massachusetts y en la London Business School.

En la parte final de su libro, Taleb nos recuerda que olvidamos el hecho de que nuestra propia existencia es un elemento de extraordinaria buena suerte, una ocurrencia del azar de proporciones monumentales. Así que dejemos de preocuparnos de menudencias. Recordemos que, visto con cierta perspectiva, somos un Cisne Negro.

José Antonio López Isarría