El 21 de mayo de 1822, en una finca cercana a la ciudad alemana de Klütz, una cigüeña fue abatida por un disparo de escopeta. Los cazadores descubrieron, con gran sorpresa, que el animal tenía una flecha de 80 cm de largo prendida en su cuello. Analizada con detalle, la flecha resultó ser de origen centroafricano. Algún nativo la intentó capturar en tierras africanas, donde la cigüeña tiene su residencia invernal, pero la flecha no consiguió matarla y quedó alojada en su cuello. Más tarde, lograría completar su viaje migratorio hacia el norte de Europa sin desprenderse de la molesta saeta. Este espécimen fue finalmente disecado y hoy se puede contemplar en la colección zoológica de la universidad de Rostock, en la costa norte de Alemania.
22 diciembre 2017
11 diciembre 2017
Muda de plumaje
Las aves cuidan de forma continua su plumaje para mantener intactas sus cualidades. Por esta razón realizan múltiples maniobras de mantenimiento (ya tratadas en un pasado artículo) pero, al final, se someten a un complejo proceso de sustitución de sus plumas, fenómeno denominado muda. Al contrario que otras estructuras queratinosas, como las uñas, las plumas no tienen un crecimiento continuo, sino que esta renovación exige la sustitución completa de la pluma vieja por una nueva. Este complejo proceso no sólo reemplaza el plumaje gastado sino que también consigue adaptar el aspecto del ave a sus diferentes etapas vitales y anuales.
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