La imagen del satélite Landsat-5 muestra una Península Ibérica perimetrada por un litoral cerrado con pocas islas de tamaño apreciable y un relieve de llanuras surcadas por ríos y compartimentadas por sistemas montañosos. Su localización en el extremo sudoeste del continente europeo proporciona un clima de transición entre el semiárido y el oceánico, con ambientes climáticos bien diferenciados, algo que no ocurre con países de igual o mayor extensión pero ubicados en otras latitudes.