Siempre se ha dicho que la forma de los huevos de las aves viene determinada por la presión que ejercen las paredes del oviducto femenino. Pero lo cierto es que entre las 10.000 especies de aves del planeta, encontramos diseños muy diversos. Los hay con forma elíptica, cónica, semicónica y más o menos esférica. Hoy sabemos que cada especie tiene su forma característica como respuesta al equilibrio entre cuatro factores: el volumen necesario para la producción de una cría, el tamaño de la nidada, el área de incubación de los adultos y la capacidad de vuelo.